Casa EDWR
En este pequeño piso de un dormitorio y un baño, el reto fue aprovechar al máximo cada metro para incorporar todo lo que la familia necesitaba: un segundo dormitorio, un despacho independiente, un aseo adicional y una alacena para la cocina. El diseño se resolvió con soluciones creativas —puertas correderas, espacios flexibles y almacenamiento oculto— que permiten mantener la amplitud sin renunciar a la funcionalidad. El resultado es un hogar compacto, luminoso y perfectamente adaptado a su forma de vivir.
La separación entre el salón y el despacho se resolvió con una gran corredera de cristal blanca que permite mantener la conexión visual y el paso de la luz, pero también cerrar cuando se necesita independencia. Entre el despacho y el dormitorio principal se diseñaron dos correderas simétricas, una a cada lado de la cama, que completan un recorrido continuo y flexible. Con todas las puertas abiertas, los tres espacios se conectan y el salón se percibe incluso más amplio que antes, potenciando la sensación de fluidez y luz en toda la vivienda.
Al dividir el antiguo dormitorio en dos, la solución para el principal fue poco convencional: reducirlo al mínimo necesario. Los propietarios querían usarlo solo para dormir y guardar la ropa, así que se eliminó el espacio de circulación a los pies de la cama, manteniendo en cambio el acceso cómodo por ambos lados. De esta forma, se optimizó cada centímetro sin sacrificar confort ni equilibrio en el conjunto.
El espacio para el aseo adicional surgió al trasladar la cocina al salón e integrarla de forma abierta. Esto permitió aprovechar el antiguo espacio de la cocina cerrada para crear el nuevo aseo, además de una práctica alacena y una zona de columnas de almacenamiento para la cocina. Una redistribución inteligente que mejoró tanto la funcionalidad como la sensación de amplitud del conjunto.
El pasillo de entrada se aprovechó al máximo incorporando una línea de armarios empotrados con puertas correderas negras, pensadas para poder escribir con tiza. Además de aportar almacenaje extra, esta solución convierte el recorrido en un espacio útil y con personalidad, que da la bienvenida a la vivienda combinando funcionalidad y un toque lúdico.
En el baño se eliminó un incómodo escalón y se redujeron las mochetas que antes restaban espacio y comodidad. El nuevo mueble de lavabo, realizado en contrachapado, integra cajones de almacenaje, la lavadora y una superficie pensada para el cambiador del bebé, combinando funcionalidad, calidez y un diseño perfectamente adaptado a la vida diaria.
Los espacios altos sobre los armarios del pasillo se aprovecharon desde el interior de las habitaciones, creando altillos prácticos que permiten ganar una gran capacidad de almacenaje sin ocupar superficie útil. Una solución discreta y muy funcional que optimiza al máximo la altura de la vivienda.